La mejor manera de limpiarse los oídos

En: 18 / 09 / 2018 Comentario: 0

Aunque le tengamos la guerra declarada, el cerumen del oído tiene una función clara y es la de mantener nuestros oídos sanos y limpios y protegerlos de la suciedad y el agua, y en consecuencia de posibles infecciones. El cerumen es una sustancia que producen las glándulas dentro del oído y que eliminamos de nuestros canales auditivos a medida que movemos la mandíbula. Es decir, mientras hablamos o masticamos, las células de la piel y la cera se mueven lentamente desde el tímpano hasta el orificio del oído, donde se secan y caen. En sí, el cerumen no suele causar problemas a no ser que se produzca en exceso, si es así, puede causar un bloqueo y generar dolor o cierta pérdida de la audición.

La forma más habitual de limpiar nuestros oídos es recurrir a los bastoncillos de algodón, un sistema que pese a ser práctico, no es el mejor según indican los expertos. Y es que aunque pensemos que su fin sea el de limpiar la cera de nuestros oídos, lo que realmente acabamos haciendo es empujar el cerumen hacia la profundidad del oído, provocando que este se quede pegado en la zona que no se limpia a sí misma a través del proceso explicado anteriormente.

Además, el cerumen puede contener bacterias procedentes del contacto ambiental de la parte externa del oído por lo que el uso del bastoncillo nos expone a una posible una infección. Dada la forma del bastoncillo, fina y sin ningún tope que limite la parte conveniente para limpiar la zona externa del oído, es fácil insertarlo más allá de lo recomendable con riesgo de perforar el tímpano, lo cual puede causar un dolor repentino, sangrado y una pérdida temporal de la audición. Pero, aparte de ser perjudiciales para nuestra salud, también son un problema para la sostenibilidad de nuestro planeta.

En octubre de 2017 el fotógrafo Justin Hofman, https://www.instagram.com/justinhofman/, publicó la fotografía superior que no necesita explicación. Un caballito de mar envuelve con su cola un bastoncillo para los oídos como si de un elemento más del fondo marino se tratara. La foto, que dio la vuelta al mundo, expone sin tapujos un problema: según la Marine Conservation Society (MCS), los bastoncillos para los oídos suponen el 60% de la basura de origen humano que se libera a las aguas residuales. La elevada cifra se debe a la arraigada costumbre de muchas personas de tirarlos al inodoro una vez utilizados. Al ser tan pequeños y estrechos, pasan fácilmente por los filtros de las depuradoras y terminan en los fondos marinos, con claras consecuencias para el ecosistema marino.

La Comisión Europea es consciente de esta situación, por ello presentó en mayo de 2018 un plan para prohibir los plásticos de un solo uso, como bastoncillos, cubiertos, y pajitas de plástico, los cuales representan en 70% de la ‘basura marina’, y para los cuales existen alternativas sostenibles.

Alternativa saludable y sostenible para limpiar nuestros oídos

Existe una manera saludable y sostenible de limpiar nuestros oídos: Otofresh , un stick limpiador para la higiene del conducto auditivo externo. El promedio de longitud del conducto auditivo externo es de 27 mm, la del aplicador de OtoFresh es de 16 mm e incorpora un tope de protección de silicona que impide sobrepasar el límite de seguridad. Otrofesh ha sido testado por especialistas otorrinolaringólogos, lo que garantiza una limpieza de la parte externa de los oídos correcta, sana y segura. Fácil, rápido, higiénico, seguro, económico y sostenible, ¿necesitas más motivos para pasarte a Otofresh?